

Ya en su obra “Mein Kampf” Hitler expresaba la necesidad de invadir la Unión Soviética para acabar con el comunismo y apropiarse de sus recursos económicas. Por ello, se inició el 22 de junio de 1941 la “Operación Barbarroja” nombre con el que se denominó a esta operación, que supuso un error táctico de Hitler. Se establecieron tres objetivos, por una parte, la conquista de Leningrado, por otra el centro apuntando hacia Moscú y finalmente el sur con la conquista de Kiev. Desde Alemania, se preveía un combate corto y pensaban que el ejército ruso se desmontaría con facilidad, pero no fue así.
Los combatientes alemanes avanzaron con cierta facilidad en un principio ante la sorpresa de Stalin. Sin embargo, la meteorología se alió con los rusos y estos últimos llevaron a cabo una estrategia de “tierra quemada” por la cual dificultarían a los alemanes su abastecimiento durante el invierno. La llegada de este detuvo la ofensiva alemana a las puertas de Moscú, las temperaturas inferiores a los 40 grados hacían difícil la supervivencia de su ejército y sin el abastecimiento y los uniformes adecuados, comenzaron a rendirse. Este momento fue perfecto para Stalin y su contraofensiva.
La invasión de la URSS

Invierno ruso, 1941


Desde principios de los años 30, Japón siguió una política imperialista en Extremo Oriente para hacerse con materias primas baratas y conquistar el mercado donde colocar sus productos. Un ejemplo de esto fue la conquista de Manchuria en 1931 y la guerra contra China en 1937.
El rechazo de Estados Unidos a esa política imperialista era evidente y para que quedase constancia, decretaron en 1940 un embargo parcial del petróleo y hierro destinado a Japón.
El 7 de diciembre de 1941, los aviones japoneses embarcados en portaaviones atacaron por sorpresa la base de Pearl Harbour, ubicada en las islas de Hawai a varios miles de kilómetros del archipiélago japonés. Causaron enormes desperfectos hundiendo 8 naves y provocando una gran cantidad de bajas humanas.
Ataque a Pearl Harbour

El ataque a Pearl Harbour precipitó la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial y al día siguiente del ataque , el presidente norteamericano Roosevelt, declaró la guerra al imperio japonés. Por otro lado, Alemania, Italia y los estados satélites del Eje declararon la guerra a los Estados Unidos, pero Japón, por el contrario, no hizo lo mismo con la Unión Soviética ya que preferían centrarse en combatir a los Estados Unidos.
Japón, por lo tanto, abrió un nuevo frente en el que Estados Unidos combatiría del lado del Imperio británico y de China, la cual venía soportando las invasiones de Japón desde el 37. Japón colaboró del lado de los alemanes y el Eje, pero tanto los nipones como los rusos mantuvieron casi hasta el final el acuerdo de no agresión.
La intervención de
Estados Unidos

Presidente Roosevelt
Barcos dañados en Pearl Harbour, 1941

Italia, que aspiraba a eliminar la presencia de los británicos en el mediterráneo, pretendía anexionarse Malta y formar un imperio colonial en África.
La campaña de África, fue uno de los episodios más relevantes de la guerra. Duró tres años y terminó con la rendición de alemanes e italianos.
En 1940, las tropas italianas establecidas en Libia lanzaron una ofensiva para conquistar la base inglesa de Alejandría. Pero a pesar de la inferioridad de los ingleses, lanzaron una contraofensiva que logró derrotar a los italianos. Esta derrota obligó a Hitler a salir en ayuda de los italianos enviando un selecto grupo del ejército entrenado para el combate en el desierto, se les llamaría el Afrika Korps. Estaba compuesto por dos divisiones y estaban dirigidos por Ervin Rommel.
Las tropas del Eje penetraron en Egipto y pusieron en peligro el canal de Suez, la ruta británica hasta la India. Además estuvieron a punto de alcanzar los pozos de petróleo de Oriente Próximo.
En Alamein se libró la batalla decisiva. A pesar de que Rommel pidió insistentemente a Hitler refuerzos y suministros, este estaba centrado en el frente oriental donde se estaba batallando contra los rusos. Por ello, la batalla librada en esta ciudad puso a ambos lados en punto muerto, aunque se consiguió detener el avance alemán en Egipto. Finalmente, los británicos con su renovado armamento, dirigidos por el comandante Montgomery, lograron vencer a sus oponentes en la 2ª batalla de Alamein.
La guerra en el Norte de África


El 20 de enero de 1942, se llevó a cabo la conferencia de Wannsee, donde 15 altos cargos de las SS del Partido Nacional Socialista Alemán y varios ministerios tomaron las decisiones referidas a “la solución final” en la que se decidía sobre el futuro de los judíos europeos. La conferencia se celebró en el distrito de Wannsee cerca de Berlín y de ahí su nombre.
Se habló de las medidas que se ya se estaban tomando desde 1941, además de los métodos de asesinato que se practicaban en los campos de concentración. En las actas redactadas, halladas en 1947, se narraba con todo tipo de detalles el plan para llevar a cabo el asesinato masivo de judíos en los campos de exterminio, que acabó provocando el holocausto.
Reunión de Wannsee
Acta de la conferencia de Wannsee, 1942


Las estrategias de los japoneses, que siempre habían sido más proclives a la guerra, pretendían realizar una intervención rápida que posibilitara la conquista de vastas regiones como Birmania, Malasia y Filipinas para establecer así, una línea defensiva sólida en la zona central y suroccidental del Pacífico. Así, estarían capacitados para resistir la reacción de los americanos, cosa que preveían. Por tanto, creían necesario destruir la Flota del Pacífico. A partir de entonces, Japón fue consiguiendo una serie de conquistas en las que antiguas posesiones británicas como Hong Kong, Birmania, Malasia, Borneo o Singapur caen a manos de los nipones.
Pero a raíz de las derrotas japonesas en las batallas del Mar de Coral y sobre todo de Midway, fue cuando se frenó la expansión japonesa y comenzó la ofensiva de los Estados Unidos.
En esta batalla de Midway, se comprueba por primera vez que el ejército japonés puede ser derrotado. Se produjo en junio de 1942 y fue sobre todo una batalla aérea entre las fuerzas japonesas y norteamericanas. El almirante japonés Yamamoto Isoroku buscó el enfrentamiento directo con la armada norteamericana, pero el esto se saldó con el fracaso del Imperio del Sol naciente. Quedó patente pues la importancia de los portaaviones en la guerra marítima y supuso un duro golpe para la aviación japonesa.
Se igualaron las fuerzas en el Pacífico y supuso un cambio estratégico a favor de los Estados Unidos en este territorio.
La guerra en el Pacífico
